Cinco prácticas para elevar Nuestro Liderazgo.

Como lo he expresado con anterioridad tengo una pasión por estar en constante aprendizaje y el liderazgo es un tema doblemente pasional para mi, para ello trato de seguir y rodearme de líderes referentes de los que pueda aprender, y claro compartir o enseñar lo aprendido, como lo dicen algunos de ellos es una manera de aprender. Hoy quiero compartirte cinco prácticas que aprendí en uno de los programas que estoy tomando desde el año pasado de zero momentum que esta liderado por coaches expertos y certificados en alto rendimiento, y que pueden ayudar a elevar tu liderazgo, para mi tienen todo el sentido y a continuación te cuento por qué.

Antes de empezar te quiero recomendar uno de los episodios más escuchado de mi podcast Liderazgo Remoto donde vas a poder aprender más sobre el tema.

  1. La primera práctica y que uno de los líderes mundiales en inteligencia emocional, el doctor Daniel Goleman la define como habilidad “La primera habilidad de un líder tiene que ver con CUIDARSE a sí mismo; si no lo hace, entonces no tendrá el “ancho de banda” de atención que necesita, y no tendrá la energía ni el tono emocional adecuado para dirigir un equipo”. Tuve la fortuna de tomar un un par de clases con él. Tomar conciencia de nuestro cuidado, de nuestro bienestar es fundamental para elevar nuestro liderazgo, en lo particular desde que tomé consciencia de hacer ejercicio, de cuidar mi alimentación y de prestar atención a la mente, me han llevado a otro nivel. Hoy trato de compartir mis rutinas con mi equipo, co la finalidad de transmitirles cómo me ha ayudado a mejorar mi rendimiento no solo laboral si no también de energía y enfoque. Todos los líderes que sigo y admiro llevan a cabo esta práctica, recuerda que si tu estas bien, tu familia, tus amigos, tu pareja, tu equipo estarán bien. Cuando estas sano en mente y cuerpo eres una mejor persona.

  2. CLARIDAD tener claridad es algo que sigo aprendiendo y poniendo en práctica, me ha servido para regresar a mi propósito de vida y tomar decisiones basadas en mis valores que también he definido en esta práctica. Cuando no hay claridad normalmente es cuándo estamos con mayor nivel de ansiedad o estrés. Tenerla es saber qué es lo que quieres alcanzar, y ser lo más específico en cada punto que quieres, te ayudará a saber que pasos tomar para lograrlo.

  3. Coraje que es igual a valentía, y esta práctica me encanta, porque es sacar ese coraje de ser y hacer lo que quieres, lo que ya te has propuesto. Ponerle más empuje, más ganas a lo que quieres. Un líder debe tener el coraje para hacer y lograr lo que ambiciona porque es lo que le mueve cada día. En mi experiencia en esta práctica cuando he sido más valiente, cuando he sacado ese coraje que me impulsa a hacer las cosas es cuando he tenido mejores resultados y aprendizajes.

  4. Consistencia cuando hacemos de manera consistente algo, se vuelve un hábito, a mi me paso cuando adopté ciertas acciones que hago al despertar, que son agradecer tres cosas, tomar agua o té, hacer ejercicio, tomar mi desayuno y revisar un cómo estará mi día. Esto para mí como para otros líderes admirados, se vuelve un ritual, rutinas que cambian nuestros días, nuestros meses y nuestros años. Los coaches de este programa que estoy tomando, siempre nos recalcan que somos la suma de nuestros hábitos, así que elevar la manera de consistencia en las cosas que estás haciendo y que, obvio, son positivas, definitivamente te llevará a tener cambios positivos en tu vida.

  5. Compasión Los líderes también tenemos días malos y a veces nos castigamos por no lograr lo que nos propusimos ese día, o simplemente tenemos jornadas en las que todo está en nuestra contra. Seguro te ha pasado, a mi sí, y creo que lo que he aprendido a lo largo de los programas como este y en las sesiones de coaching es a navegar con estos días, pensar en que no todos los días serán perfectos y que incluso con ejercicios de respiración puedo seguir adelante, tomar una pausa, no pensar en nada y entonces cuando entienda que simplemente puede que ese día no este funcionando como esperaba, ya vendrá el otro. Con esto te quiero decir que un buen líder tiene esa capacidad de reconocerlo y quizá tomarse un espacio de descanso o reflexión y volver al siguiente día con la mejor actitud para continuar. Hacerte la siguiente pregunta puede apoyarte a dejarte de juzgar o castigar: ¿cómo puedo aceptar más lo que está pasando?

¿Qué otra práctica sumarías? Sigamos la conversación sígueme en linkedin.

Te invito a escuchar mi podcast donde he entrevistado a diferentes profesionales y expertos en diversas industrias y donde me han compartido sus retos como líder y cómo los han enfrontado, te aseguro que vas a aprender mucho.
Comparte si te a gustado

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *